¡Muy buenas! Creo que hace ya bastante tiempo que no se habla del campo en este blog, así que hoy te voy a exponer desde mi punto de vista, cuándo es necesario renovar o cambiar nuestro cultivo.
Por si eres nuev@ en este blog, te digo que en esta zona de Montilla-Moriles, los cultivos más extendidos son el olivar y la viña. Aunque pienso sinceramente que lo que voy a plantear en este artículo es aplicable a otros cultivos, así que puede ser que te sirva de ayuda leerlo hasta el final y si te animas a dejar un comentario, mucho mejor.
Situaciones que nos obligan a cambiar o a renovar nuestro cultivo
Como casi todo en la vida, las actuaciones que realizamos a diario dependen de situaciones que nos obligan a realizarlas, en el campo la cosa no es muy diferente, cada día ocurren situaciones que nos obligan a tomar decisiones que a veces son acertadas y otras, no tanto.
Cambiar o renovar un cultivo es algo complicado y difícil de llevar a cabo, sobre todo si hablamos de cultivos que necesitan de varios años para empezar a producir y poder rentabilizar la inversión que ha costado sembrarlos pero, hay varias situaciones que nos obligan a ello, a continuación te describo las más importantes para mí:
#1. El cultivo es demasiado viejo y no produce. Esta situación es muy dada en la viña, este cultivo cuando alcanza una edad considerable, se vuelve más débil y no produce como debería.
Además, también existe el problema de las pérdidas de cepas, hay muchas cepas que cuando alcanzan una edad, se secan y hay que reponerlas. Si el agricultor deja de reponer la viña, cuando transcurren unos años, ha perdido tantas cepas, que la producción es muy pequeña.
#2. El cultivo es demasiado viejo y no es rentable. Aunque la situación sea similar a la anterior, si te fijas bien, no estoy diciendo lo mismo. En este caso la viña si produce pero, no es rentable trabajarla.
Cada año que pasa, la tecnología nos hace la vida más fácil, ya ha llegado al campo y está revolucionando sus trabajos.
Un cultivo antiguo es muy difícil de mecanizar, por no decir imposible, así que llegados a este punto es muy recomendable renovar el cultivo y modernizarlo.
#3. Nuestros vecinos nos obligan a cambiar de cultivo. Es así de sencillo, cuando tus vecinos colindantes cambian todos de cultivo, te están obligando indirectamente a que tú también lo hagas.
El olivar y la viña son dos cultivos completamente diferentes, tienen plagas y enfermedades distintas, así que lo que afecta a uno, no lo hace al otro.
Esto se traduce en que hay situaciones en que una plaga que no afecta al olivar, si lo hace en la viña, así que imagínate una viña rodeada de olivos y con una plaga de este tipo.
#4. El producto no vale lo que cuesta producirlo. Esto está ocurriendo mucho últimamente y no solo aquí. El agricultor trabaja durante un largo tiempo y cuando llega la época de vender su obra, no le pagan ni lo que le ha costado cuidarla.
Esta situación tiene poco más que añadir, si trabajas y no te pagan ¿qué puedes hacer?
No sé si estarás de acuerdo conmigo en todos los puntos o quieres añadir algo, te invito a que utilices los comentarios para exponer tu opinión al respecto. Espero que te haya servido para reflexionar sobre alguna situación similar. ¡Un saludo y hasta la próxima semana!
Por Rafael Espejo.
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