1. Pelamos los 5 dientes de ajo, los troceamos y los machacamos en un mortero. Añadimos sal para que los ajos nos salpiquen lo menos posible. Una vez que está bastante machacado, añadimos el romero, el orégano y el tomillo. Para ello, le quitamos las hojitas verdes con la mano que son las que van a aportar el sabor y olor y las echamos al mortero junto con los ajos y la sal. Seguimos machacando para que se mezcle todo. Una vez tengamos una mezcla bien homogénea le añadimos el Aove Molino del Duque para que macere junto a las hierbas y se impregne del sabor y olor de todo el conjunto. Removemos un poco para que se mezcle todo el aliño y muy importante, debemos dejar macerar al menos 24 horas en la nevera.

2. Después de 24 horas el aliño está listo. Antes, debemos preparar el conejo para que el aliño impregne bien toda la carne, para ello vamos a darle pequeños cortes ayudándonos de un cuchillo grande sin llegar a separar. Nos va a resultar muy práctico dar pequeños golpes a la parte superior del cuchillo para que sin llegar a separar en trozos el conejo, queden bastantes cortes profundos tanto en vertical como en horizontal, de esta manera el aliño se introduce mucho mejor y a la hora de cortarlo para servir, nos resultará mucho más fácil. Muy recomendable ver el vídeo que te dejamos al final para realizar correctamente este paso.

3. A continuación, metemos el conejo en una cazuela grande, ya que nos debe caber entero, y ayudándonos de una cuchara grande, añadimos el aliño poco a poco por todo el conejo. Debemos impregnar tanto la parte de arriba, como de abajo dándole la vuelta. Una vez hecho esto, vamos a envolver la cazuela con un film transparente, lo que perseguimos es que la carne nos se nos reseque, ya que debemos dejarla macerar junto con el aliño, otras 24 horas en la nevera.

4. Ya tenemos las ascuas preparadas para asar el conejo. Éste, después de 24 horas macerando con el aliño, ha recogido todos los olores y sabores. Lo sacamos de la cazuela y lo ponemos en la parrilla, le añadimos un poco de sal, cuando veamos que está marcado por un lado, le damos la vuelta y hacemos lo mismo con el otro, al que también añadimos un poco sal (siempre es recomendable no pasarse con la sal ya que luego se puede añadir un poco si es necesario). Importante marcar los dos lados y después ir dándole vueltas hasta que la carne se termine de hacer sin dejar que se ponga dura. Esto va a depender un poco del gusto de cada uno, más o menos hecha. ¡Listo! Ya tenemos nuestro delicioso Conejo aliñado preparado para trocear y servir.

Es una receta bastante sencilla de hacer porque no requiere de muchos ingredientes. Quizás el único inconveniente sean los tiempos de macerado que son muy importantes de mantener para que la carne tenga ese sabor tan delicioso. Consejo: El aliño lo podemos preparar y dejar listo varios días antes.

Maridaje